¿Sabías que en el Perú se ha encontrado la pieza textil teñida más antigua de América?
En el yacimiento arqueológico conocido como Huaca Prieta, en la región La Libertad, se descubrió una pieza textil de algodón con una antigüedad de 6000 años, teñida en color azul utilizando la planta de índigo. En las tradiciones textiles del Antiguo Perú, el teñido de fibras permitía que los textiles tuvieran una gran diversidad cromática y diversos contrastes que realzaban sus diseños.
Actualmente, artistas herederas de estas tradiciones milenarias, continúan con la práctica del teñido utilizando tintes naturales que extraen de las plantas, semillas, insectos y las cortezas de los árboles. En la región de Cajamarca, en Tacabamba, los tradicionales pañones de leche son teñidos con la técnica del ikat o teñido en reserva, a través de nudos en la urdimbre, empleando la planta del índigo o añil para obtener los tonos azules que hacen contraste con el blanco de las fibras de algodón natural.
En la Amazonía, el pueblo Iskonawa, tiñe sus textiles con los pigmentos obtenidos de las cortezas de los árboles de la ayacushapana, la caoba y la planta de ami, de las cuales obtienen tonos cálidos. Asimismo, el pueblo Shipibo Konibo y el pueblo Asháninka utilizan las cortezas de los árboles del bosque amazónico para teñir sus telas sobre las cuales plasman diseños ancestrales.
En la región Puno, las tejedoras del pueblo de Juli, elaboran sus tejidos con fibra de alpaca que tiñen con tintes naturales extraídos de la flor de k'holli y las hojas de salvia, de los cuales obtienen tonos, amarillos y verdes, respectivamente.
En la región Cusco, el pueblo de Chinchero en la provincia de Urubamba mantiene una práctica de teñido de lana de ovino que les permite elaborar textiles con una gran diversidad de tonos e iconografías asociadas a las memorias y tradiciones cusqueñas, donde predominan las coloraciones rojas obtenidas de la cochinilla.
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