Cochas Grande es , desde príncipios del siglo XX, un prolífico emporio de artistas dedicados al burilado del mate. De esta cantera es la familia Poma, dedicada desde hace décadas a la custodia de la memoria colectiva huancaína. El matrimonio Agustín Poma y Angélica Canchumani burila, con estilo propio, secuencias de imágenes que se leen en espiral, girando lentamente la pieza y en las que los personajes con sus vestimentas y gestos cuentan usos y costumbres. Los Poma han recreado en sus narraciones visuales costumbres tan interesantes como la construcción de una casa, las faenas agrícolas y sus rituales, el matrimonio, los usos de un sepelio, la "limpia" con el cuy, las prácticas textiles, el nacimiento del niño, la enfermedad y su cura por la curiosa del campo, entre otras muchas. Irma Poma Canchumani tuvo así, desde muy niña, cercanía con el burilado. Su curiosidad la condujo a sus propias investigaciones y, manteniendo el estilo heredado, ha profundizado en el relato. El concurso organizado por el Ministerio de Educación y el Museo de la Nación a propósito del cuatricentenario de la obra Don Quijote de la Mancha llevó a Irma a leer los 54 capítulos del primer libro, resumiéndolos en 38 hermosas escenas que le valieron el primer lugar (2005).
