Notable artista cusqueño, desarrolla un estilo propio con una temática netamente campesina. Sus piezas evocan temas costumbristas, religiosos y reivindicación popular. Su estilo se caracteriza por los gestos acentuados de sus personajes, los rostros contorsionados y las extremidades exageradas intencionalmente, rasgos que manifiestan el drama de la población indígena de nuestro país. Su obra se desenvuelve dentro de un estilo expresionista. Ha recibido este año la Orden del Sol en el grado de Comendador y está consagrado como uno de los más significativos artistas populares peruanos contemporáneos. Fue designado Gran Maestro de la Artesanía Peruana en 1993. Su hija Antonieta ha heredado el talento de don Edilberto y continúa la tradición familiar.
