El maestro Magno Lucio Huassaca Condori comparte con su familia el aprendizaje de la cerámica de Quinua, transmitido por su padre desde la niñez. Al igual que sus hermanos, se inició en la alfarería desde pequeño y ha dedicado más de veinte años a perfeccionar su arte, combinando la técnica ancestral con exploraciones creativas propias. Para él, la cerámica es un lenguaje que conecta pasado y presente, tradición e innovación.
Su producción incluye piezas emblemáticas de la tradición de Quinua, como iglesias, toros, qarqachas y platos decorativos, elaborados con engobes que destacan por su riqueza cromática y cuidado en los acabados. Al mismo tiempo, se ha dedicado a la creación de piezas innovadoras, coloridas y con motivos tradicionales andinos, que logran captar la atención de nuevos públicos sin perder la esencia cultural de su origen.
Uno de los hitos más significativos de su trayectoria fue la participación en la elaboración de los trofeos de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019. Este encargo no solo marcó su carrera, sino que también situó a la artesanía ayacuchana en un escenario global, mostrando su vigencia y relevancia dentro del panorama artístico contemporáneo.

